Es un hecho que invertir en este momento en la bolsa es una opción para hacer rentable el dinero ahorrado. No obstante, esta es una práctica que, en honor a la verdad, no es para todo el mundo, porque también implica riesgos y por eso es imprescindible conocer qué acciones son las más peligrosas para invertir ahora.
Por lo tanto, el inversor requiere conocer y valorar dichos riesgos, ya sea por cuenta propia o por medio de un asesor. Es lo que le permitirá conseguir un buen rendimiento de su dinero, le permitirá evitar o reducir las pérdidas.
De cualquier forma, lo mejor es empezar con inversiones pequeñas que ofrezcan poca rentabilidad en el corto plazo. Una vez que se tenga la mayor experiencia y se conozca ampliamente cómo funciona la bolsa, se podrán hacer inversiones más importantes y más arriesgadas.
Volatilidad como indicador de riesgo
En el mercado financiero, la volatilidad se define como la tasa que señala la forma en que puede bajar o subir el precio de un activo. Al mismo tiempo, deben considerarse una serie particular de rendimientos.
La manera más usual de evaluarla es analizando la desviación estándar de las ganancias anuales durante un período establecido.
El índice de volatilidad sirve como medida para determinar el riesgo que representa invertir en un activo en particular. Igualmente, se emplea en la fijación de sus precios para poder medir cómo varían en sus rendimientos.
Por lo tanto, se puede decir que cuando la volatilidad es alta, los riesgos económicos son más grandes y a la inversa. Al mismo tiempo, cuando la volatilidad es usada para fijar el precio de los activos financieros, contribuye a proyectar las variaciones que pueden ocurrir a corto plazo.
Entonces, cuando el precio de un activo cambia rápidamente en un período corto de tiempo, este puede considerarse como altamente volátil. En caso de que sea más lenta la variación en un corto tiempo, se considerará de volatilidad baja.
El riesgo como parámetro del sistema de inversión
A la hora de invertir, no todas las personas están dispuestas a correr el mismo grado de riesgo. Por esa razón, antes de lanzarse al mercado bursátil es necesario establecer el perfil de riesgo propio. Esto es lo que permitirá elegir los instrumentos de inversión más adecuados para cada uno .
Es muy importante tener en cuenta que estos perfiles son meramente referenciales y pueden cambiar de un momento a otro. La situación financiera del inversionista, así como otro tipo de circunstancias personales, no son estáticas. Por eso, con el tiempo, el perfil de riesgos puede verse afectado.
Para estar seguros de lo que significa el término, no es más que la capacidad de tolerar la disminución del valor de un activo, en mayor o menor proporción, en un momento dado. Todo esto, teniendo en cuenta que el rendimiento es directamente proporcional al nivel de riesgo.
En función de lo que esté dispuesto a arriesgar, el perfil de un inversionista puede clasificarse de la siguiente manera:
El perfil conservador
Este tipo de inversionista prefiere las transacciones que representen un alto grado de estabilidad. Es decir, tolera únicamente pequeñas y eventuales reducciones en el valor de su inversión. Su objetivo es alcanzar una rentabilidad acorde a un bajo nivel de riesgo.
El perfil moderado
Se trata del inversionista que quiere obtener buenos rendimientos con una inversión altamente estable. Admite variaciones eventuales que pueden afectar el valor de sus inversiones. Igualmente, busca lograr buena rentabilidad a medio plazo y es capaz de asumir variaciones en sus niveles de inversión.
El perfil agresivo
Esta clase de inversionista está dispuesto a aceptar grandes fluctuaciones a cambio de obtener un gran rendimiento por el valor de su inversión. Sin embargo, dichas fluctuaciones podrían ser perjudiciales de un momento a otro.
Dicho de otra manera, su objetivo primordial es el de conseguir una alta rentabilidad de su inversión. Esto, mientras asume la alta posibilidad de que esta sufra numerosas fluctuaciones.
Desviación típica
Este es un indicador que se utiliza para determinar las tendencias del mercado bursátil y su volatilidad. Este mide los rangos de fluctuación en relación con la media móvil.
La desviación típica o estándar se utiliza en conjunto con otro grupo de indicadores técnicos, con la finalidad de realizar un mejor análisis. De hecho, es frecuente asociarlo a las Bandas de Bollinger.
Aunque este indicador es de tendencia, es importante saber que se emplea con frecuencia para determinar la volatilidad de un activo. La información que arroja relacionada con la tendencia no suele ser demasiada.
Es normal que este indicador se emplee con la intención de descubrir indicios de los cambios de dirección que experimentará el mercado. La finalidad es anticiparse al alza o la baja de los activos para evitar acciones de alto riesgo que impliquen pérdidas significativas. Más bien, trata de conseguir ganancias sustanciales.
La Beta de una acción
Se trata de un coeficiente cuyo objetivo es medir la volatilidad de una acción en función del mercado en el cual está operando. Por lo tanto, guarda una estrecha relación con el índice de mercado y el grado de volatilidad de dicho activo.
Este indicador es muy utilizado porque señala el riesgo sistemático que puede tener una acción. Cuanto mayor sea su volatilidad en relación con su índice de mercado, más elevado será el riesgo de mercado.
La forma de calcular la Beta es establecer la correlación existente entre el valor del índice de mercado en el que opera y los precios de la acción. Es lo que se obtiene al dividir el producto de la covarianza del mercado y la acción, entre la varianza de los retornos del mercado, teniendo en cuenta un precio en particular.
La fórmula a utilizar es la siguiente:
- Beta = Covarianza (Re, Rm) / Varianza (Rm)
Considera que:
- Re es Retorno de la acción
- Rm es Retorno del mercado
Las acciones peligrosas para invertir ahora y en cualquier momento son aquellas muy volátiles. Sin embargo, estudiar en profundidad el mercado en el que operan y analizar e interpretar adecuadamente los indicadores pueden dar lugar a transacciones acertadas dentro del mundo bursátil.
Las grandes ganancias no son fáciles de obtener, ni se consiguen de un día para otro. Conocer muy bien los indicadores, saber interpretarlos y tener claro su perfil, incrementa las probabilidades de éxito de un inversionista.