Si hay algo que cualquier inversor debe tener en cuenta a la hora de seleccionar acciones, son los beneficios anuales de las empresas.
En este sentido, el autor William O’Neil explica en el capítulo 4 del libro How To Make Money in Stocks, y a través de su método CAN SLIM, que las grandes empresas de los últimos años que más han subido en bolsa, han experimentado un gran crecimiento en sus beneficios anuales empresariales.
Vamos a desgranar a través de este artículo y de este video, lo que realmente nos quiere contar el autor al respecto.
En resumidas cuentas y como veremos en detalle, en este capítulo 4 William O’Neil continúa analizando la segunda letra de su método CAN SLIM, es decir la letra “A” de Annual Earnings Increases: Look for Big Growth que traducido al castellano viene a decir, Aumentos Anuales de los Beneficios: Búsqueda de Gran Crecimiento.
La importancia de los beneficios anuales
El autor sigue elaborando su tesis acerca de cuáles son las características que compartían las empresas a lo largo de la historia que han generado mejor rendimiento para sus accionistas.
William J O’Neil hace hincapié en la importancia de verificar que la presentación de unos grandes resultados no se trate de un hecho puntual, y que, para ello, es necesario cerciorarse de la calidad de la empresa, haciendo comprobaciones tales como la tasa de crecimiento anual de sus propios beneficios. Esto es tan simple como constatar que las ganancias anuales han aumentado en cada uno de los últimos tres años, lo cual nos da la certeza de estar ante una empresa consolidada y aumentará nuestras posibilidades de éxito.
O’Neil incide en que para asegurarse de que los últimos resultados no sean solo un simple destello y que la empresa que estamos buscando sea de alta calidad, debemos realizar más comprobaciones, y la forma de hacerlo es revisando la tasa de crecimiento anual de las ganancias de la empresa.
Debemos centrarnos en la búsqueda de acciones con una tasa anual de crecimiento de EPS de al menos un 25%. En el estudio de mercado que hizo junto a su equipo, detectó que entre 1980 y 2000, la tasa de crecimiento anual promedio de todas las acciones en circulación en su etapa inicial fue del 36%. Tres de cada cuatro grandes ganadores mostraron un crecimiento anual positivo durante los tres años consecutivos, y en algunos casos los cinco años anteriores a las grandes subidas de las acciones mostraron aceleración en los beneficios por acción.
Estabilidad y consistencia en el crecimiento de los beneficios
También, a través del estudio de investigación que realizaron, determinaron otro factor que ha demostrado ser importante en la selección de acciones de crecimiento: la estabilidad y consistencia del crecimiento de las ganancias anuales durante los últimos tres años.
Su medición de estabilidad, que se expresa en una escala del 1 al 99, se calcula de manera diferente a la mayoría de las estadísticas. Cuanto menor sea la cifra, más estable será el historial de ganancias. Las cifras se calculan trazando las ganancias trimestrales de los últimos tres o cinco años y ajustando una línea de tendencia alrededor de los puntos trazados para determinar el grado de desviación de la tendencia de crecimiento básica. Las acciones en crecimiento con ganancias estables tienden a tener una cifra de estabilidad por debajo de 20 o 25. Las empresas con calificaciones de estabilidad superiores a 30 son más cíclicas y un poco menos confiables en términos de crecimiento. En igualdad de condiciones, es mejor buscar acciones que muestren un mayor grado de sostenibilidad, consistencia y estabilidad en el crecimiento de las ganancias anteriores.
Búsqueda de un gran Return on Equity (ROE)
Otro factor determinante que dice el autor que debemos buscar es una gran rentabilidad sobre el capital.
El rendimiento sobre el capital, o ROE, se calcula dividiendo el ingreso neto por el capital contable. Esto muestra la eficacia con la que una empresa utiliza su capital y ayuda a separar las empresas bien gestionadas de las mal gestionadas. Nuestros estudios muestran que casi todas las acciones de mayor crecimiento de los últimos 50 años tuvieron ROE de al menos el 17%.
Como vemos, además de los beneficios anuales, para valorar la calidad de una empresa, el ROE también es un factor determinante.
¿Qué es un ciclo normal del mercado de valores?
En este capítulo, O’ Neil también nos explica qué es para él un ciclo normal en el mercado de valores.
Dice que la historia demuestra que la mayoría de los mercados alcistas duran de dos a cuatro años y son seguidos por una recesión o un mercado bajista tras el cual comienza otro mercado alcista.
En la fase inicial de un nuevo mercado alcista, las acciones de crecimiento suelen ser las primeras en liderar y alcanzar nuevos precios máximos. Se trata de empresas cuyos beneficios han crecido trimestre a trimestre, pero cuyas acciones se han visto frenadas por las malas condiciones generales del mercado.
En este sentido, las empresas con mayor crecimiento en los beneficios anuales marcarán la diferencia sin ninguna duda.
Las acciones cíclicas en industrias básicas como el acero, los productos químicos, el papel, el caucho, la automoción y la maquinaria suelen quedar rezagadas en la fase inicial del nuevo mercado alcista. Si bien tres de cada cuatro de los grandes ganadores del mercado en el pasado fueron acciones de crecimiento, uno de cada cuatro fue una situación cíclica o de cambio.
Las acciones cíclicas en los Estados Unidos son a menudo las de industrias más antiguas y menos eficientes. Algunas de estas empresas no fueron competitivas hasta que aumentó la demanda de acero, cobre, productos químicos y petróleo como resultado del rápido crecimiento de las industrias básicas en China. Es por eso que las acciones cíclicas resucitaron agresivamente después de que el mercado bajista de 2000 terminó en 2003. Sin embargo, siguen siendo acciones cíclicas y es posible que no representen el verdadero futuro de Estados Unidos.
Cómo detectar a las empresas perdedoras dentro de un grupo
En relación a todo lo comentado anteriormente, el autor dice que para hacer una buena criba y quedarnos solamente con las mejores empresas de cualquier grupo o sector, verificar el crecimiento de las ganancias anuales también es clave.
La búsqueda de tres años consecutivos de crecimiento de las ganancias nos ayudará a eliminar rápidamente el 80% de las acciones de empresas cíclicas. Las tasas de crecimiento en la mayoría de las acciones de estos sectores serán mediocres o prácticamente inexistentes.
¿Es el PER una ratio realmente importante?
Para finalizar el capítulo, O’Neil nos cuenta todo lo que piensa acerca de la ratio PER que ha sido tan utilizada en las últimas décadas por los analistas y muchísimos inversores.
Para quien no lo sepa, la ratio PER se calcula dividiendo el precio actual al que cotiza una acción entre el beneficio por acción de la compañía y es un indicativo para saber en cuánto tiempo se recuperaría nuestra inversión en caso de que los beneficios se mantuviera estables.
Para la mayoría de los inversores, esta ratio es lo más importante que se debe evaluar a la hora de seleccionar una empresa. Durante años, los analistas han utilizado las ratios PER como su herramienta de medición principal para decidir si una acción debe comprarse, o está sobrevalorada y debe venderse. Pero en el análisis de estudio de O’Neil, las acciones más exitosas desde 1880 hasta el presente demuestra que, contrariamente a las creencias de la mayoría de los inversores, la ratio PER no fue un factor relevante en la evolución del precio y nos da muy poca información acerca de si una acción debe comprarse o venderse. Decir que un valor está “infravalorado” porque se vende a un PER bajo puede llegar a resultar toda una tontería.
Valores del PER como referencia en las empresas que más suben
Desde 1953 hasta 1985, la relación PER promedio para las acciones con mejor desempeño en su etapa inicial fue de 20. El PER promedio del Dow Jones durante el mismo período fue de 15.
Sin embargo, las empresas que más subieron aumentaron su PER en un 125% llegando a estar a un valor de aproximadamente un 45. Si nos hubiésemos centrado en la ratio PER a la hora de seleccionar las mejores opciones de inversión nos habríamos perdido todas estas grandes ganadoras del mercado.
Al final, nos estamos centrando en empresas de crecimiento por lo que no podemos centrarnos en su precio de ahora a la hora de comprar, ya que los increíbles datos de crecimiento de estas empresas son descontados por el mercado y hacen que la relación entre el precio y las ganancias actuales no sea las más favorables del mercado a pesar de ser las mejores opciones de inversión del momento.
Por lo tanto, la ratio PER no nos da la información que necesitamos. Por lo menos, en este tipo de empresas. Es mucho más relevante fijarse en el crecimiento de los beneficios anuales que en ratios obsoletas y que dan poca información de la salud financiera de una compañía.
Comprar o vender basándose en el PER puede resultar ridículo
Por el contrario, muchísimos analistas de Wall Street incorporan una acción en su lista de la compra porque se está vendiendo a un PER históricamente bajo o simplemente recomendarán una acción cuando su precio y por lo tanto su PER empiece a bajar, pero esto es un error histórico. Decir que una empresa está infravalorada porque en un momento se vendía a 22 veces sus ganancias y ahora la puedas comprar a 15 es ridículo.
El autor dice que aquellos inversores contrarios a comprar acciones a un PER alto se habrían perdido haber participado en prácticamente todos los mejores movimientos a lo largo de la historia del mercado de valores en Estados Unidos, y con toda la razón.
Siguiendo el mismo razonamiento, tampoco debes vender acciones porque tengan un PER alto y mucho menos aún, posicionarte en corto que es como se le denomina apostar a que el precio va a bajar.
Posicionarse en corto es una de las prácticas más peligrosas en el mundo de la inversión por un simple motivo. ¡Las perdidas no tienen límite!!!!
Si tu decides comprar acciones de una determinada empresa el riesgo quedará limitado a perder el 100% de la inversión realizada ya que el precio nunca bajará de cero. Por el contrario, apostando a que el precio de una acción va a bajar, la situación es la contraria y la potencial pérdida puede ser infinita ya que el precio no tiene techo por arriba.