No todo el mundo entiende la importancia que tiene el estudio de la oferta y demanda en bolsa y en el resumen de este capítulo, O’Neil nos explica con detalle cómo aumentar nuestras probabilidades de éxito al invertir en acciones.
A nivel técnico, la correcta lectura de los gráficos, que no es más que la interpretación de la ley de la oferta y la demanda, nos dará información muy valiosa para interpretar lo que está pasando en la cotización de un valor.
Por otra parte, el autor de este libro también nos explica que a nivel fundamental, factores como el tamaño, la dirección y la deuda nos darán claves interesantes para saber si nos encontramos delante de una empresa de calidad.
Básicamente, O’Neil se centra en explicarnos la importancia de la oferta y la demanda en bolsa y cómo el volumen es clave para identificar poderosos movimientos en la acción del precio.
En su afán por explicarnos el significado de su sistema “CAN SLIM”, este capítulo va de la letra “S” que básicamente viene de la palabra “SUPPLY” o dicho de otro modo, oferta.
La Ley de la Oferta y la Demanda. Puntos clave.
Como en todo lo que rodea la economía de la vida cotidiana, el precio de casi todo viene determinado por la ley de la oferta y la demanda.
Lo que pagas por los artículos de la lista de la compra viene determinado por cuanto material hay disponible y por cuanta gente está dispuesta a pagar algo más por dichos artículos. Este principio también es aplicable a la bolsa, y tiene más relevancia en el precio de las acciones que las opiniones de los analistas de Wall Street.
La mejor forma de analizar la oferta y demanda en una acción es observando su volumen de negociación diario. Es lo único que debemos tener en cuenta. Es por esto que la mayoría de gráficos para análisis técnico de hoy en día muestran el volumen de negociación de cada día y lo compara con el volumen medio de negociación de los últimos meses.
La combinación en la lectura de lo que está pasando en el precio de una acción y su volumen, nos darán la información necesaria para saber lo que está pasando en la misma.
Por ejemplo, cuando el precio de una acción cae, querremos ver que lo hace sin volumen, lo que nos dará información de que no hay demasiado interés de venta. Por otra parte, cuando el precio se dispara querremos ver un potente incremento en el volumen, lo que normalmente representa compra institucional debido al aumento de tanta demanda.
Oferta y demanda en empresas de baja capitalización
O’Neil también nos explica como la capitalización influye en la facilidad con que el precio de un valor se puede mover.
En empresas de gran tamaño, mover el precio de sus acciones resulta muy difícil ya que un gran número de acciones en circulación significa una gran oferta, lo que requerirá de una gran demanda para mover el precio de las acciones.
Por otro lado, para mover el precio de un valor con pocas acciones se requerirá una demanda relativamente inferior.
Si te toca escoger entre un valor con una gran cantidad de acciones en circulación y otro con menos, este último te dará normalmente un mejor rendimiento en igualdad de condiciones ya que la oferta es inferior. Sin embargo, como estas empresas de menor capitalización son menos líquidas, es decir que tienen menos acciones en circulación, también el precio puede venirse abajo igual de rápido que subieron.
En otras palabras, y como en la mayoría de los productos bursátiles, las oportunidades más rentables vendrán acompañadas de un riesgo adicional.
Hay otra razón además de la oferta y la demanda por la que las empresas con mayor número de acciones en circulación producen generalmente rendimientos más lentos y es porque normalmente estas coinciden con empresas más viejas con un ratio de crecimiento inferior.
Pero las empresas de gran capitalización tienen otras ventajas como que al tener una gran liquidez, es decir, mayor número de acciones en circulación, la volatilidad de estos valores es menor y el riesgo de este tipo de valores suele ser también inferior. Además, con el gran poder de compra que tienen los grandes fondos hoy en día hace que el precio de estas acciones también pueda crecer a buena velocidad como en las empresas más pequeñas.
Gestión en empresas emprendedoras en lugar de conservadoras
William J. Oneil no solo incide en la ley de oferta y la demanda como motivos para que las grandes empresas suelan mostrar rendimientos más pobres que las pequeñas. Este tipo de empresas son generalmente dirigidas por directivos conservadores que son menos propensos a innovar, tomar riesgos y ser agiles con el objetivo de adaptarse a tiempos cambiantes.
También, en la mayoría de los casos, este tipo de directivos de grandes corporaciones no posee una gran parte de acciones de la empresa y esto es indicativo de que los propios directivos no tienen interés personal en el éxito de la compañía.
Además, en algunos casos, estas empresas tienen multitud de niveles de administración, lo que separa a los directivos de lo que pasa a nivel del cliente, lo que tiene como consecuencia no ser agiles a la hora de determinar el rumbo a seguir.
No hay que olvidar que el flujo de la información y comunicación sigue evolucionando a un ritmo cada vez más rápido. Una empresa que tiene un producto nuevo y candente en la actualidad verá como sus ventas disminuyen en dos o tres años si no continúa trayendo al mercado nuevos productos relevantes y mejores aún que los anteriores.
La mayor parte de nuevos productos, servicios o inventos vienen de la mano de jóvenes, personas hambrientas e innovadoras con empresas de pequeño y mediano tamaño y con directivos también emprendedores.
No es coincidencia que estas empresas de gran crecimiento hayan creado entre el 80% y el 90% de los nuevos empleos en Estados Unidos. Muchos de ellos tienen lugar en el campo de la tecnología y servicios de la información. Microsoft, Cisco Systems o Oracle son ejemplo de como dinámicas e innovadoras empresas de pequeña capitalización fueron creciendo hasta convertirse en algunas de las más grandes empresas del mundo.
Por eso, para obtener éxito en bolsa necesitamos encontrar empresas capaces de adaptarse a los cambios que la sociedad y los clientes están demandando y no centrarnos en las empresas del pasado.
Inconvenientes de dividir de forma excesiva las acciones de una empresa
De vez en cuando, las empresas cometen el error de dividir sus acciones de forma excesiva. Por ejemplo, cuando una empresa hace una división 2 a 1 – “Split 2-for-1” – te darán dos acciones por cada una que tengas previamente, pero estas acciones tendrán la mitad del valor que tenían previamente.
O’Neil nos dice que en términos generales, las empresas que dividen sus acciones haciendo demasiados split, piensan que reduciendo el precio de sus acciones atraerán a más compradores. Este puede ser el caso de compradores más pequeños, pero no hay que olvidar que por contrapartida también puede producir el resultado opuesto al aumentarse considerablemente la oferta de las mismas.
Busca empresas que compran sus propias acciones
Otro dato positivo que debemos tener en cuenta a la hora de analizar una empresa es si esta compra sus propias acciones de forma consistente.
Ver como una empresa compra sus propias acciones es un buen síntoma ya que de esta forma se reducen el número de acciones en circulación lo que implica la revaloración del resto y da muestras de gran solvencia, lo que normalmente tiene como consecuencia mejoras en sus ventas y ganancias futuras.
Como resultado de que una empresa compre sus propias acciones, las ganancias de la compañía se dividirán entre un menor número de acciones y por lo tanto aumentarán los beneficios por acción o también denominados EPS.
El autor enriquece este capitulo, mostrando ejemplos históricos en los que empresas exitosas del pasado recompraron sus propias acciones, alcanzando importantes mejoras en el crecimiento de su EPS y que desencadenó en importantes revalorizaciones en sus acciones.
Por ejemplo nos cuenta que Charles Tandy, el CEO de la empresa Tandy, dijo una vez que, si el mercado caía en corrección y el precio de las acciones de su compañía bajaba, iría al banco a pedir un préstamo para recomprar sus propias acciones y después ya devolvería el préstamo cuando el mercado se recuperase. Por supuesto, todo esto de la mano de que su empresa fuera reportando un crecimiento estable en sus beneficios.
Por otra parte, la empresa Teledyne realizó 8 compras diferentes en los años 80 para reducir su capitalización desde 88 millones de acciones hasta 15 millones y así incrementar sus beneficios por acción desde $0,61 hasta casi $20. De esta forma, el precio de su acción se revalorizó desde $8 en 1971 hasta $190 en 1984. No está nada mal, ¿no?
Relación deuda-capital
Un ratio que uno debe comprobar a la hora de analizar una empresa es la de la deuda a largo plazo en comparación con el capital de la compañía y cuanto menor sea el índice de endeudamiento, más segura y mejor será la empresa.
Los beneficios por acción de las empresas con una alta relación deuda-capital podrían verse afectados en períodos difíciles cuando las tasas de interés son altas o durante recesiones más severas.
Las empresas altamente endeudadas son generalmente de menor calidad y conllevan un riesgo sustancialmente mayor. El uso de un apalancamiento extremo de hasta 40 a 1 o 50 a 1 fue común entre bancos, corredores y prestamistas hipotecarios desde 1995 y hasta 2007. Estas instituciones fueron fuertemente alentadas por las acciones del gobierno federal de invertir grandes cantidades de dinero en préstamos de alto riesgo para compradores de bajos ingresos, lo que finalmente condujo a la crisis financiera y crediticia en 2008.
“La regla número uno para todos los inversores, personas físicas y gestores de negocios es nunca pedir prestado más de lo que se puede devolver. La deuda excesiva perjudica a todas las personas, empresas y gobiernos”.
Analizar bien la oferta y la demanda en bolsa
O’Neil nos dice que la mejor forma de analizar la oferta y la demanda en una acción es observando su volumen de negociación diario. Es lo único que debemos tener en cuenta. Es por esto que la mayoría de gráficos para análisis técnico de hoy en día muestran el volumen de negociación de cada día y lo compara con el volumen medio de negociación de los últimos meses.
Al realizar un análisis técnico en bolsa, la combinación en la lectura de lo que está pasando en el precio de una acción y su volumen, nos darán la información necesaria para saber lo que está pasando en la misma.
Por ejemplo, cuando el precio de una acción cae efectuando un pullback, lo que nos gustaría ver es que esa caída la realiza sin volumen, lo que nos dará la información suficiente para saber que no hay demasiado interés de venta.
Por otra parte, cuando el precio se dispara, lo que queremos ver es un potente incremento en el volumen, lo que normalmente representa compra institucional y no del pequeño inversor.
Cuando el precio de una acción se dispara, el volumen de negociación debería incrementarse al menos en un 40% o 50% y en muchos casos lo hará en más del 100% indicando compra sólida y que ayudará a que siga incrementando el precio.
Por otro lado, debemos analizar el patrón de una acción semana a semana, comenzando con la primera semana de formación de una base y continuando cada semana hasta la semana actual, donde puede salir de dicha base.
También, es importante a la hora de realizar un análisis técnico, analizar cuánto avanzó el precio hacia arriba o hacia abajo cada semana y si aumentó o disminuyó el volumen de la semana anterior. Por supuesto, tampoco hay que olvidar observar dónde cerró la acción dentro del margen de precios de los máximos y mínimos de cada semana. De esta forma nos podremos dar cuenta de si el valor está en buen estado y bajo acumulación o si por el contrario nos debemos olvidar de la misma.