Si hablamos de beneficios por acción, O’ Neil lo tiene claro. Las mejores empresas presentan crecimiento y aceleración en sus EPS o BPA.
En el artículo de hoy, nos enfocamos en el capítulo 3 del libro How To Money in Stocks donde a partir de aquí, el autor se centra en el análisis de las siglas CAN SLIM y que, según su criterio, son las características principales a analizar en las empresas que históricamente han dado mejor rendimiento a sus accionistas.
Básicamente, en este capítulo 3 se enfoca en la letra C del sistema “CAN SLIM”.
La C viene de “Current Big or Accelerating Quarterly Earnings and Sales per Share” que traducido al castellano significa “Elevadas ventas y beneficios por acción trimestrales actuales o aceleración”.
Aceleración trimestral en los beneficios por acción de las empresas
El autor empieza a comparar aquellas características que tenían en común algunas de las empresas que más subieron en bolsa en los años 90 justo antes de que sus acciones se disparasen en el mercado de valores.
Tras un estudio profundo junto con su equipo de investigación, O’Neil identifica el gran aumento en beneficios por acción, como la característica más determinante justo antes de producirse un fortísimo avance del precio de sus acciones. Grandes empresas tecnológicas como Cisco y Dell mostraron un increíble crecimiento en sus EPS justo antes de que sus precios despegaran en bolsa.
Por ejemplo, las ganancias de Dell aumentaron un 74% y 108% en sus últimos trimestres antes de su brutal incremento de precio en noviembre de 1996.
Por otro lado, Cisco presentó un incremento en su beneficio por acción del 150% y 155% antes de su impresionante revaloración en octubre de 1990.
Otro ejemplo es el de American Online que también vio cómo sus precios se dispararon de forma significativa tras el aumento del EPS en 900% y 283% en 1998.
Aunque centra su explicación en empresas relativamente recientes, su estudio abarca más de 100 años y demuestra como el gran incremento de las ganancias en las empresas se ha visto directamente relacionados con la rentabilidad para sus accionistas. Esta conclusión da lugar al primer gran postulado del estudio realizado por el equipo de investigación de William J. O’ Neil que indica que “las acciones que selecciones deben mostrar un incremento porcentual importante en las ganancias trimestrales por acción actuales (el trimestre informado más recientemente) en comparación con el mismo trimestre del año anterior”.
Buscar acciones que muestren grandes ganancias actuales
O’ Neil refuerza esta postura tras haber llegado a esta conclusión después de haber estudiado más de las mejores 600 empresas entre 1952 y 2001, donde tres de cada cuatro mostraron aumentos de ganancias con un promedio de más del 70% en el último trimestre informado públicamente antes de que comenzaran sus principales revalorizaciones, y aquellos que no mostraron aumentos sólidos en beneficios trimestrales actuales lo hicieron en el siguiente trimestre, es decir, el movimiento se adelantó también a una gran aceleración en los beneficios conseguidos.
Con esto, es posible que solo puedas encontrar el 1% o el 2% de las acciones que cotizan en el Nasdaq o en la Bolsa de Valores de Nueva York, ya que claro, no todas las empresas pueden mantener unos incrementos en sus ganancias de este calibre, pero debes recordar que no estás buscando acciones mediocres, si no las más excepcionales, ya que éstas serán las próximas grandes ganadoras en el mercado.
Además, siendo muy exquisito y riguroso a la hora de realizar tu selección de empresas también te estarás protegiendo en las correcciones y en las etapas bajistas del mercado ya que en esos momentos las empresas de menor capacidad para generar beneficios y más especulativas serán las que sufran mayores caídas. Por eso, no debes comprar acciones de empresas cuando la evolución de su EPS sea plana (sin cambios) o tenga tendencia bajista.
Cálculo del beneficio por acción o EPS
Para aquellos que se están iniciando en el mundo de la inversión y no conocen el concepto de EPS, O’ Neil nos recuerda que es un factor que se calcula dividiendo el total de beneficios después de impuestos de una empresa entre el número de acciones ordinarias en circulación. Este incremento porcentual en el beneficio por acción es el elemento más importante en la selección de valores y cuanto mayor sea el aumento porcentual, mejor.
No podemos fijarnos en los resultados totales.
Por ejemplo, si los beneficios totales de la compañía han aumentado en un 12% no quiere decir que nuestra posición en la empresa se haya revalorizado en un 12%. No somos propietarios totales de la empresa, tan sólo tenemos acciones que representan un porcentaje sobre ella y este incremento de los beneficios puede haberse visto diluido en caso que la empresa haya emitido acciones adicionales en el último año.
Por lo tanto, el dato que debes comparar es el beneficio por acción de una empresa con el mismo trimestre del año anterior, y no con el trimestre anterior para evitar cualquier distorsión con respecto a la temporalidad.
Por ejemplo, los resultados de una empresa que comercializa helados no son los mismos en los meses de verano con respecto a los meses de invierno.
Precaución con los informes trimestrales engañosos
Además de todas estas perlas que nos deja el autor en este capítulo, O’Neils nos alerta de que hay que tener cuidado al interpretar la información que emiten las propias compañías cuando presentan resultados.
Piensa una cosa:
¿Alguna vez has leído el informe de ganancias trimestrales de una empresa que dijera que han tenido un rendimiento terrible, así como sus perspectivas de futuro eran de involución debido a la ineficiencia de las decisiones tomadas por sus directivos? ¿O que la competencia acaba de presentar un producto mejor, lo que afectará negativamente a sus ventas?
¡De ninguna manera! En su lugar, verás por ejemplo que una empresa “X” informa de ventas récord de $ 7.2 millones frente a $ 6 millones y que esto representa un + 20% para el trimestre en cuestión.
Si eres accionista de esa empresa “X”, esa declaración te sonará a una noticia maravillosa. Con todo, creerás que es una excelente empresa y que por eso has invertido en ella y este informe confirmará tu opinión. Pero la pregunta que debes hacerte es, ¿por qué las ventas aumentaron un 20% pero las ganancias solo un 5% en caso de que así sea? ¿Qué dice esto sobre los márgenes de beneficio de la empresa? Con esto, el autor quiere decir que debemos ir más allá de los “highlights” con lo que la empresa pretenderá engatusarte.
Por otra parte, debes tener la habilidad de no tener en cuenta aquellas ganancias procedentes de actividades no recurrentes o asociadas a operaciones ajenas al negocio de la empresa.
Por ejemplo, si una empresa informa ganancias del último trimestre que incluyen ganancias no recurrentes de actividades como la venta de propiedades, esta parte de las ganancias debe restarse del informe. Tales ganancias representan un evento único, no la verdadera rentabilidad continua de las operaciones corporativas.
Cuánto debe ser la aceleración en el EPS o beneficio por acción
En este aspecto el autor también es muy claro y desaconseja comprar acciones de empresas que no muestren incremento en sus beneficios por acción de al menos 18% o 20% en el trimestre más reciente.
Para estar aún más seguro, deberíamos comprobar que los dos últimos trimestres muestren también incrementos significativos en las ganancias.
Durante los mercados alcistas, podemos concentrarnos en acciones que muestren poderosos incrementos en el EPS del 40% al 500% o más. Como él dice, tenemos miles de acciones para elegir a la hora de invertir pero ¿Por qué no comprar solamente las mejores?
Además también incide en que hay que asegurarse de verificar las estimaciones de ganancias para los próximos trimestres, e incluso para los próximos años, de esta forma nos estaríamos asegurando aún más de que la proyección es buena y que la empresa va por buen camino.
Evitar empresas antiguas y con elevada gestión de mantenimiento
El autor también nos aconseja mantenerse alejado de esas grandes y viejas empresas, que tanto ellas como su modelo de negocio son cosa del pasado. De hecho, muchas de las compañías estadounidenses más antiguas tienen una administración mediocre que produce continuamente resultados mediocres. Se deben evitar esas empresas hasta que alguien tenga el coraje de cambiar a los altos ejecutivos en la búsqueda de transformar el modelo de negocio hacia la elaboración de productos revolucionarios que den lugar a grandes resultados.
Foco en el crecimiento de las ventas o facturación
Hasta ahora nos hemos centrado en la búsqueda de empresas que presentan aceleración en sus beneficios trimestrales, pero también estos beneficios deben estar respaldados por un crecimiento de las ventas de al menos el 25% para el último trimestre.
¿Y por qué esos beneficios deben estar respaldados por una alta capacidad de facturación?
Pues porque de otra manera, las empresas podrían inflar las ganancias durante unos pocos trimestres reduciendo costes o gastando menos en publicidad, investigación y desarrollo y otras actividades constructivas. Sin embargo, para ser sostenible, el crecimiento de los beneficios debe estar respaldado por mayores ventas.
También mejoraremos el número de aciertos en las empresas que invertimos si los márgenes de ganancia después de impuestos del último trimestre están en o cerca de un nuevo máximo y se encuentran entre los mejores en la industria de la empresa.
Decrecimiento de los beneficios por acción
O’ Neil también nos advierte que del mismo modo que es importante reconocer la aceleración de los beneficios trimestrales de una empresa, también es importante darse cuenta de cuando se empieza a producir una desaceleración o deterioro en las mismos.
Si una empresa ha estado creciendo a una tasa trimestral del 50% y de repente informa de ganancias de sólo el 15%, esto puede darnos información de deterioro en sus resultados.
Pero incluso las mejores empresas pueden tener un mal trimestre de vez en cuando y por eso antes de que cunda el pánico, podemos esperar a ver dos trimestres consecutivos de desaceleración antes de tomar acción.
Por lo general, entenderemos como desaceleración, una disminución de dos tercios o más con respecto a la tasa anterior.
Comparación de los EPS o BPA de empresas de la competencia
El autor también nos indica que otra comprobación que debemos realizar es la evolución de los beneficios por acción en otras compañías pertenecientes al mismo sector.
Si no podemos encontrar al menos otra acción que muestre ganancias sólidas en este sector, es probable que hayamos seleccionado la inversión incorrecta debido a la debilidad del propio sector.
En definitiva, buscamos a las mejores empresas dentro de los sectores más punteros.
Importancia de los gráficos logarítmicos para comparar los BPA
O’ Neil también nos advierte de la necesidad e importancia de representar los gráficos en escala logarítmica en lugar de usar una escala aritmética para entender adecuadamente el principio de aceleración o desaceleración en los beneficios de una empresa.
Básicamente, los gráficos de escala logarítmica son de gran valor en el análisis de valores porque muestran claramente la aceleración o desaceleración de la tasa porcentual de aumento de los beneficios trimestrales. Una pulgada en cualquier parte de la escala de precios o de beneficios representa el mismo cambio porcentual, cosa que no ocurre con los gráficos representados en una escala aritmética.
Por ejemplo, en un gráfico representado en escala aritmética, un cambio del precio de 10 a 20 dólares que supone una variación del 100% estaría representado con el mismo espacio que un cambio de 20 a 30 dólares, cuando en realidad este último cambio ha supuesto un aumento del 50%.
En cambio, en un gráfico de escala logarítmica, mostraría que el aumento del 100% es el doble que el del 50%.
Por tanto, como recomendación, deberemos tomar los últimos EPS trimestrales junto con los de los últimos trimestres y representarlos en un gráfico de escala logarítmica. De esa manera obtendremos una imagen clara de la aceleración o desaceleración de los beneficios de una empresa.